El adios de los antiguos alumnos al Hno. Carlos Rubio Múzquiz
Dice el poeta que aquello por lo que se ha amado a una persona nunca muere. Son muchas las cosas por las que la familia marista del Colegio Cervantes de Córdoba amó al H. Carlos Rubio y por eso estamos seguros que, aunque nos falte, nunca va a desaparecer de nuestra memoria y aquí estamos hoy, arropando a sus hermanos de la comunidad marista cordobesa.
Para los antiguos alumnos habrá, para siempre, dos grandes recuerdos del H. Carlos. El primero, aquellos a los que nos dio clase de Matemáticas y Química en el Bachillerato de los años setenta, recordaremos eternamente sus magníficas clases, su entrega en la docencia y su humanidad como profesor y director del Colegio. Luego nos enteraríamos que la dirección que ejerció, sirvió para consolidar el nuevo Cervantes recién llegado a la Fuensanta, en tiempos harto difíciles.
Y el segundo recuerdo se produce a partir de su retorno a Córdoba en 2007, cuando se integra en la Junta Directiva de la Asociación de AA. AA. ¡Qué ejemplo de entusiasmo, compromiso e identificación con los antiguos alumnos nos dio el H. Carlos! No faltó ni a una de nuestras reuniones, fue nuestro representante en encuentros de directivas en Málaga y Madrid, aportó ideas y trabajo para todas nuestras actividades, participó activamente en las Asambleas anuales, donde con ilusión imponía las insignias de plata a los que habían sido sus alumnos… Ejemplo permanente de presencia marista.
Querido H. Carlos, en su día, la Asociación te impuso la Insignia de Oro de los Antiguos Alumnos, hoy te prometemos que seguirás en nuestros corazones a través de aquello por lo que te amamos.
Juan José Primo Jurado
Presidente de la Asociación de AA. AA.
