Adiós a Amador Jover, el gran rector
Fuente: Juan José Primo Jurado, para el diario ABC
Ha querido el destino que el año que la Universidad de Córdoba cumple sus bodas de oro tenga un broche de luto con la muerte del que fue su rector entre 1990 y 1998, Amador Jover Moyano, doctor en Veterinaria y Medicina. Falleció ayer a los 85 años de edad, tras una trayectoria profesional ejemplar y siendo querido y valorado en Córdoba. Ayer las redes se hacían eco de la noticia y hoy las páginas de nuestro periódico recogen su semblanza y las reacciones de la sociedad cordobesa.
Amador fue mucho más que un rector de la Universidad de Córdoba. En su mandato se le dio un impulso definitivo con la creación de los tres campus actuales: Centro, Menéndez de Pidal y Rabanales.
Con él, las magníficas instalaciones de la desaparecida Universidad Laboral ‘Onésimo Redondo’ no cayeron en el desuso, sino que se dignificaron y adquirieron gran sentido con la instalación allí de varias Facultades y Escuelas Universitarias. Entre ellas su querida Veterinaria, de la que fue decano entre 1980 y 1990 y donde era catedrático de Anatomía Patológica.
Amador Jover marcó el camino de futuro para la Universidad de Córdoba y los siguientes rectores, Domínguez, Roldán Nogueras y Gómez Villamandos se sintieron en buena parte seguidores de él. Incluso el actual, José Carlos Gómez Villamandos, fue su alumno en Veterinaria y lo siente como maestro. Los tres días de luto decretados por la Universidad son más que sinceros, porque la figura de Amador Jover se reconoce en vida y en muerte. También muchos cordobeses, instituciones y personas, lo sienten, pues fue un hombre que supo conectar su altura científica e institucional con su cercanía social.
En una parte personal quiero recordar aquí que Amador fue antiguo alumno marista del Colegio Cervantes, como un servidor. Y que fue participante activo de su Asociación de Antiguos Alumnos, de la que es insignia de oro. En el Cervantes tuvo a mi padre, Faustino Primo, de maestro, cuando éste ejerció allí, y le dedicó posteriormente gran afecto. Estuvo presente en el día de su jubilación, un gesto que siempre agradeceré. Le mando un abrazo a su familia.
Descansa en paz, Amador.
Amador Jover recibió la insignia de oro del Colegio Cervantes en 1972.